Es siempre provechoso abrir cualquier libro.
El que de joven no es acucioso, llegado a viejo en vano se lamentará.
Una pulgada de tiempo es una pulgada de oro.
Lobos de la misma camada.
Un paso en falso se hace deplorar toda la vida.
Una hoja ante los ojos impide ver la montaña Taishan.
Quien un día fue picado por la vibora, siente temor a una soga enroscada durante diez años.
El trabajo entero de un año depende de un buen comienzo en primavera.
Ser pobre como si hubiera sido lavado.
Matar dos águilas con una sola flecha.
Ni cuatro caballos galopando pueden recuperar la palabra empeñada.
A un hombre no se le puede juzgar por las apariencias.
El gorrión, a pesar de su pequeñez, tiene todas las vísceras.
Mientras haya montes verdes, no hay por qué inquietarse por la leña.
La experiencia del pasado, si no cae en el olvido, sirve de guía para el futuro.
La generación anterior planta árboles y la posterior se cobija a su sombra.
Los verdaderos amigos se conocen en la adversidad.
El vuelco del carro delantero puede servir de aviso al que va detrás.
Sin tigres en el monte, el mono es rey.
Enviar desde la lejanía a mil li plumas de ganso, por liviano que sea el regalo, encierra afecto profundo.
En cielo despejado puede desatarse de repente una tempestad.
La red justiciera tendida por los cielos es omnipresente, y sus mallas, aunque ralas, no dejan escapar a nadie.
El cielo no cierra completamente el camino a los hombres.
En el mundo no hay banquete que no tenga fin.
En el mundo no hay nada difícil siempre que el hombre tenga asiduidad.
No renunciar a sus esperanzas hasta llegar al río Huanghe.
O bien no emprender nada, o bien asombrar a todo el mundo con cuanto emprende.
Si uno no entra en la guarida del tigre, ¿cómo podrá apoderarse de sus cachorros?
Una maja de hierro, a fuerza de ser afilada, puede convertirse en una aguja.
La flor de loto asoma inmaculada del fango.
Lo que se pierde a la salida del sol se recupera a su puesta.
Lo que comienza siendo una pequeña diferencia termina en una desigualdad descomunal.
Es fácil cambiar el curso de los ríos y las montañas, pero difícil cambiar la naturaleza de un hombre.
Un solo día de frío no basta para congelar el río a tres pies de profundidad.
No hay que dejar escapar una oportunidad, que nunca va a presentares otra vez.
En tanto que la flor cae amorosa, el arroyo corre impasible.
Tres simples zapateros hacen un sabio Zhuge Liang.
El primer paso siempre cuesta.
No hagas a otros lo que no quieres que hagan contigo.
Si las vigas de arriba están mal, las de abajo otro tal.
Más vale ver una sola vez que oír cien veces.
Con firme voluntad se llega al triunfo.
Precaverse contra un posible percance.
Cada fracaso nos hace más listos.
Quien comete muchas injusticias, busca su propia ruina.
La promesa debe ser cumplida y la acción debe tener resultado.
El ternero recental no teme al tigre.
La cortesía exige reciprocidad.
Un vecino cercano es mejor que un pariente lejano.
Acudir a los palabras y no a los puños, como es propio del caballero.
Quien se acerca al bermellón enrojece, quien se acerca a la tinta ennegrece.
El azul es extraído del índigo y es más azul (fuerte) que él.
Reflexionar tres veces antes de obrar.
Internarse en una montaña infestada de tigres, a sabiendas de que los hay.
Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo, y vencerás en cien batallas.
Se conoce la cara de una persona, pero no su corazón.
Lo raro es caro.
Oro y jade por fuera y algodón podrido por dentro.
Siembra melones y recogerás melones; siembra habas y recogerás habas.
El agua corriente no se corrompe y a los goznes de la puerta no los carcomen los gusanos.
El oro legítimo no teme al fuego.
Sin viento no hay oleaje.
Soplar la pelusa de un abrigo de pieles, para descubrir el menor defecto.
Las llamas se elevan más cuando cada uno les echa leña.
La lluvia de primavera es tan preciosa (valiosa) como el acerte.
Escapar del lago del dragón y caer en la guarida del tigre.
Si uno pierde los labios, tendrá los dientes fríos.
Una hábil ama de casa sin arroz no puede preparar una comida.
Colgar una cabeza de cordero y vender carne de perro.
El tiempo es como una flecha que vuela.
Siempre que haya en este mundo amigos íntimos, estarán tan cerca como simples vecinos aunque se
encuentren en los confines más remotos.
Caballo que es bueno, no ha de menester mucho sonar de su timbre.
El bien no se sabe fuera del hogar, mientras que el mal se transmite a la lejamía.
Siendo tan bellas las flores de loto, sólo con el verdor de las hojas resalta su hermosura.
Convertir las lanzas y escudos en jades y telas.
La flor no se conserva roja cien días.
Dibujar pasteles para matar el hambre.
De un tigre sólo se dibuja la piel, y no los huesos; de una persona sólo se le conoce la cara, y no el corazón.
Dibujar una serpiente añadiéndole patas.
Una receta que cambia el agua pero no la medicina.
Las dichas no vienen a pares; una desgracia no llega sola.
Con el viento fuerte se conoce la resistencia de la hierba.
Los escándalos de familia no deben trascender para afuera.
Recoger las semillas de sésamo pasando por alto las sandías.
Quien ha atado el cascabel al cuello del tigre, debe quitárselo por sí mismo.
La enfermedad entra por la boca y la desgracia sale de la boca.
En la desgracia habita la felicidad y en la felicidad se oculta la desgracia.
Si escuchas a ambas partes, se hará en ti la luz; si escuchas a una sola, permanecerás en las tinieblas.
El soldado que ha huido cincuenta pasos se ríe del que lo ha hecho cien pasos.
Llegado el carro al pie de la montaña , se encontrará infaliblemente el camino.
Con el tiempo que pasa se conoce el corazón del hombre.
En aguas de extrema limpidez no puede haber peces, y hombre extremadamente exigente no puede tener compañeros.
Tratar (uno) a los demás tal como lo tratan.
Preferir ser jade en añicos antes que una teja entera.
Si el jade no es pulido (labrado), resulta inútil.
Uso tu propia lanza contra tu propio escudo.
El agua fluye abajo, y el hombre va arriba.
Cuando las puertas de la ciudad se incendian los peces en el foso sufren.
La barca por sí sola va derecha hacia el arco al legar al puente.
Mantener en vista el conjunto y tomar los trabajos diarios en las manos.
Una persona de gran sabiduría suele parecer torpe.
Quien ha leído hasta diez mil v olúmenes escribirá con espontánea inspiración a punta de pluma.
La mariposa nocturna se precipita al fuego.
Quitar la leña debajo de la caldera.
El agua derramada es difícil recogerla.
Acarrear leña para apagar un incendio.
Cada uno limpia la nieve delante de su casa sin preocuparse de la escarcha en el tejado ajeno.
Muchos pocos hacen un mucho; muchos granos de arena forman una pagoda.
Obsequiar a Buda con flores regaladas.
El agua del pozo no fluye en el agua del río.
Rana en el fondo del pozo.
Si el vino es fragante, no importa que se venda al fondo de un largo callejón.
Gota a gota se forma el río.
Un buen caballo viejo encerrado en el establo aún aspira a galopar mil li.
Hay momentos en que hasta el tigre dormita.
El caballo viejo conoce bien el camino.
Así como un medicamento amargo cura la enfermedad, las palabras sinceras, que hieren los oídos,
benefician el comportamiento.
Una vez en la llanura, incluso el tigre se ve a merced de un perro.
Llorar (el gato) la muerte del ratón.
Más fácil es defenderse de una lanza arrojada a plena vista que de una flecha disparada desde la sombra.
El ídolo hecho de barro que cruza el río no puede salvarse ni a sí mismo.
Rotas las raíces del loto siguen unidas sus fibras.
Arrojar un ladrillo para incitar a los demás a enseñar sus jades.
La vara del carro hacia el sur y la rodada hacia el norte.
Entre mil consideraciones de un tonto, debe haber una aceptable.
Abrir la fuente y disminuir el escape del agua.
Acomoda el apetito a la comida y haz el traje según la talla.
Completar (uno) el número de flautistas sin saber tocar la flauta.
La tórtola ocupa el nido de la urraca.
Como hormigas en la sartén al fuego.
Una canción tan selecta que sólo muy poca gente puede participar en el coro.
No hay caballo, por bueno que sea, que no tropiece algún día.
Perla brillante arrojada en la oscuridad.
Cuando la desgracia llega a su colmo (extremo), viene la felicidad.
Aquel a quien mil dedos acusadores señalan, muere sin estar enfermo.
Montado sobre un tigre, difícilmente se puede bajar.
Un hormiguero puede causar el derrumbamiento de un dique de mil li.
Por fuerte que seas, siempre existe otro más poderoso que tú
Detenerse después de probar un poco algo.
No resulta dulce el melón recogido cuando está verde.
Si no dejas de esculpir, lograrás tallar obras de metal y piedra.
A los ojos del novio su novia siempre es la más bella.
Queda sin compañeros el hombre exigente hasta en los últimos detalles.
El hombre siempre pugna por ir arriba, y el agua, abajo.
El benévolo ve benevolencia; el sabio ve sabiduría.
La nieve presagia una buena cosecha.
Si no quieres que lo sepan los demás, no lo hagas.
El arroz ya está cocido.
Es más fácil saber como se hace una cosa que hacerla.
Es mejor volverse atrás que perderse en el camino.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
Las tumbas se abren a cada instante y se cierran para siempre.
El que de joven no es acucioso, llegado a viejo en vano se lamentará.
Una pulgada de tiempo es una pulgada de oro.
Lobos de la misma camada.
Un paso en falso se hace deplorar toda la vida.
Una hoja ante los ojos impide ver la montaña Taishan.
Quien un día fue picado por la vibora, siente temor a una soga enroscada durante diez años.
El trabajo entero de un año depende de un buen comienzo en primavera.
Ser pobre como si hubiera sido lavado.
Matar dos águilas con una sola flecha.
Ni cuatro caballos galopando pueden recuperar la palabra empeñada.
A un hombre no se le puede juzgar por las apariencias.
El gorrión, a pesar de su pequeñez, tiene todas las vísceras.
Mientras haya montes verdes, no hay por qué inquietarse por la leña.
La experiencia del pasado, si no cae en el olvido, sirve de guía para el futuro.
La generación anterior planta árboles y la posterior se cobija a su sombra.
Los verdaderos amigos se conocen en la adversidad.
El vuelco del carro delantero puede servir de aviso al que va detrás.
Sin tigres en el monte, el mono es rey.
Enviar desde la lejanía a mil li plumas de ganso, por liviano que sea el regalo, encierra afecto profundo.
En cielo despejado puede desatarse de repente una tempestad.
La red justiciera tendida por los cielos es omnipresente, y sus mallas, aunque ralas, no dejan escapar a nadie.
El cielo no cierra completamente el camino a los hombres.
En el mundo no hay banquete que no tenga fin.
En el mundo no hay nada difícil siempre que el hombre tenga asiduidad.
No renunciar a sus esperanzas hasta llegar al río Huanghe.
O bien no emprender nada, o bien asombrar a todo el mundo con cuanto emprende.
Si uno no entra en la guarida del tigre, ¿cómo podrá apoderarse de sus cachorros?
Una maja de hierro, a fuerza de ser afilada, puede convertirse en una aguja.
La flor de loto asoma inmaculada del fango.
Lo que se pierde a la salida del sol se recupera a su puesta.
Lo que comienza siendo una pequeña diferencia termina en una desigualdad descomunal.
Es fácil cambiar el curso de los ríos y las montañas, pero difícil cambiar la naturaleza de un hombre.
Un solo día de frío no basta para congelar el río a tres pies de profundidad.
No hay que dejar escapar una oportunidad, que nunca va a presentares otra vez.
En tanto que la flor cae amorosa, el arroyo corre impasible.
Tres simples zapateros hacen un sabio Zhuge Liang.
El primer paso siempre cuesta.
No hagas a otros lo que no quieres que hagan contigo.
Si las vigas de arriba están mal, las de abajo otro tal.
Más vale ver una sola vez que oír cien veces.
Con firme voluntad se llega al triunfo.
Precaverse contra un posible percance.
Cada fracaso nos hace más listos.
Quien comete muchas injusticias, busca su propia ruina.
La promesa debe ser cumplida y la acción debe tener resultado.
El ternero recental no teme al tigre.
La cortesía exige reciprocidad.
Un vecino cercano es mejor que un pariente lejano.
Acudir a los palabras y no a los puños, como es propio del caballero.
Quien se acerca al bermellón enrojece, quien se acerca a la tinta ennegrece.
El azul es extraído del índigo y es más azul (fuerte) que él.
Reflexionar tres veces antes de obrar.
Internarse en una montaña infestada de tigres, a sabiendas de que los hay.
Conoce a tu adversario y conócete a ti mismo, y vencerás en cien batallas.
Se conoce la cara de una persona, pero no su corazón.
Lo raro es caro.
Oro y jade por fuera y algodón podrido por dentro.
Siembra melones y recogerás melones; siembra habas y recogerás habas.
El agua corriente no se corrompe y a los goznes de la puerta no los carcomen los gusanos.
El oro legítimo no teme al fuego.
Sin viento no hay oleaje.
Soplar la pelusa de un abrigo de pieles, para descubrir el menor defecto.
Las llamas se elevan más cuando cada uno les echa leña.
La lluvia de primavera es tan preciosa (valiosa) como el acerte.
Escapar del lago del dragón y caer en la guarida del tigre.
Si uno pierde los labios, tendrá los dientes fríos.
Una hábil ama de casa sin arroz no puede preparar una comida.
Colgar una cabeza de cordero y vender carne de perro.
El tiempo es como una flecha que vuela.
Siempre que haya en este mundo amigos íntimos, estarán tan cerca como simples vecinos aunque se
encuentren en los confines más remotos.
Caballo que es bueno, no ha de menester mucho sonar de su timbre.
El bien no se sabe fuera del hogar, mientras que el mal se transmite a la lejamía.
Siendo tan bellas las flores de loto, sólo con el verdor de las hojas resalta su hermosura.
Convertir las lanzas y escudos en jades y telas.
La flor no se conserva roja cien días.
Dibujar pasteles para matar el hambre.
De un tigre sólo se dibuja la piel, y no los huesos; de una persona sólo se le conoce la cara, y no el corazón.
Dibujar una serpiente añadiéndole patas.
Una receta que cambia el agua pero no la medicina.
Las dichas no vienen a pares; una desgracia no llega sola.
Con el viento fuerte se conoce la resistencia de la hierba.
Los escándalos de familia no deben trascender para afuera.
Recoger las semillas de sésamo pasando por alto las sandías.
Quien ha atado el cascabel al cuello del tigre, debe quitárselo por sí mismo.
La enfermedad entra por la boca y la desgracia sale de la boca.
En la desgracia habita la felicidad y en la felicidad se oculta la desgracia.
Si escuchas a ambas partes, se hará en ti la luz; si escuchas a una sola, permanecerás en las tinieblas.
El soldado que ha huido cincuenta pasos se ríe del que lo ha hecho cien pasos.
Llegado el carro al pie de la montaña , se encontrará infaliblemente el camino.
Con el tiempo que pasa se conoce el corazón del hombre.
En aguas de extrema limpidez no puede haber peces, y hombre extremadamente exigente no puede tener compañeros.
Tratar (uno) a los demás tal como lo tratan.
Preferir ser jade en añicos antes que una teja entera.
Si el jade no es pulido (labrado), resulta inútil.
Uso tu propia lanza contra tu propio escudo.
El agua fluye abajo, y el hombre va arriba.
Cuando las puertas de la ciudad se incendian los peces en el foso sufren.
La barca por sí sola va derecha hacia el arco al legar al puente.
Mantener en vista el conjunto y tomar los trabajos diarios en las manos.
Una persona de gran sabiduría suele parecer torpe.
Quien ha leído hasta diez mil v olúmenes escribirá con espontánea inspiración a punta de pluma.
La mariposa nocturna se precipita al fuego.
Quitar la leña debajo de la caldera.
El agua derramada es difícil recogerla.
Acarrear leña para apagar un incendio.
Cada uno limpia la nieve delante de su casa sin preocuparse de la escarcha en el tejado ajeno.
Muchos pocos hacen un mucho; muchos granos de arena forman una pagoda.
Obsequiar a Buda con flores regaladas.
El agua del pozo no fluye en el agua del río.
Rana en el fondo del pozo.
Si el vino es fragante, no importa que se venda al fondo de un largo callejón.
Gota a gota se forma el río.
Un buen caballo viejo encerrado en el establo aún aspira a galopar mil li.
Hay momentos en que hasta el tigre dormita.
El caballo viejo conoce bien el camino.
Así como un medicamento amargo cura la enfermedad, las palabras sinceras, que hieren los oídos,
benefician el comportamiento.
Una vez en la llanura, incluso el tigre se ve a merced de un perro.
Llorar (el gato) la muerte del ratón.
Más fácil es defenderse de una lanza arrojada a plena vista que de una flecha disparada desde la sombra.
El ídolo hecho de barro que cruza el río no puede salvarse ni a sí mismo.
Rotas las raíces del loto siguen unidas sus fibras.
Arrojar un ladrillo para incitar a los demás a enseñar sus jades.
La vara del carro hacia el sur y la rodada hacia el norte.
Entre mil consideraciones de un tonto, debe haber una aceptable.
Abrir la fuente y disminuir el escape del agua.
Acomoda el apetito a la comida y haz el traje según la talla.
Completar (uno) el número de flautistas sin saber tocar la flauta.
La tórtola ocupa el nido de la urraca.
Como hormigas en la sartén al fuego.
Una canción tan selecta que sólo muy poca gente puede participar en el coro.
No hay caballo, por bueno que sea, que no tropiece algún día.
Perla brillante arrojada en la oscuridad.
Cuando la desgracia llega a su colmo (extremo), viene la felicidad.
Aquel a quien mil dedos acusadores señalan, muere sin estar enfermo.
Montado sobre un tigre, difícilmente se puede bajar.
Un hormiguero puede causar el derrumbamiento de un dique de mil li.
Por fuerte que seas, siempre existe otro más poderoso que tú
Detenerse después de probar un poco algo.
No resulta dulce el melón recogido cuando está verde.
Si no dejas de esculpir, lograrás tallar obras de metal y piedra.
A los ojos del novio su novia siempre es la más bella.
Queda sin compañeros el hombre exigente hasta en los últimos detalles.
El hombre siempre pugna por ir arriba, y el agua, abajo.
El benévolo ve benevolencia; el sabio ve sabiduría.
La nieve presagia una buena cosecha.
Si no quieres que lo sepan los demás, no lo hagas.
El arroz ya está cocido.
Es más fácil saber como se hace una cosa que hacerla.
Es mejor volverse atrás que perderse en el camino.
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
Las tumbas se abren a cada instante y se cierran para siempre.