Tardé en conocer el único significado de pilonero... creía que era quien hacía pilones o andaba en ellos, pero el diccionario dice que pilonero (pilonera) sólo es la noticia vulgar o aquel que la difunde (¡diosmío, estamos rodeados!)... fue quizá porque en el pilón se juntaban siempre los paisanos con burro o las paisanas con cántaro... noticia pilonera, pues... anota... aunque hay otro significado vulgar de pilonero (bajarse al pilón) que no me atrevería a explicarlo aquí si no es en presencia de mi abogado o mi confesor.... en fin, completando el conceto pepiño de pilonero, pilón: dícese del receptáculo de piedra que se construye en las fuentes para que, al caer el agua en él, sirva de abrevadero, de lavadero o para otros usos... ¡y cuántos pilones hubo en estos pueblos llenos ayer de vacas y bestias!... algunos eran estanques y, en verano, piscinetas para la rapacería en sus guerras mojadas.
El pilón era también una ley disciplinaria no escrita, transmitida y aplicada a rajatabla en los pueblos al forastero que venía a pretender sin humillar pendón... a los músicos que salían chiflos en la verbena... al lerdo de los quintos si aquel día no tenían a mano otra víctima... o al san Roque que no estuvo fino en la última rogativa ad petendam pluviam (¿se harán ahora ad contenendam pluvias para que no crezcan ranas en los centenos?).
Al pilón.
Se perpetuó la costumbre hasta anteayer. Es violencia, vale, pero nadie murió de una pilonada merecida.
Total, que hablando con Antonov Nuñevsky (en esta página dominical, mi vecino y, sin embargo, amigo, pluma de florete), salió a cuento lo del pilón, reparamos en ello, quedó él de contarles algo hoy... y me dije de tirar yo por ese derrotero también... hala, al pilón.
El pilón fue siempre un buen sistema de aliviar la justa ira popular sin sangre en el río ni guardias que hagan falta... o sea, una aconsejable alternativa al escrache: al pilón, al agua con ellos, como al san Roque sordo... o aunque sea en efigie, como a los reyes ausentes... reconstrúyanse, pues, los viejos pilones, dice Núñez... viva el agua y canalícese la ira nacional a la voz de: Al trinquete, al tijereto y al mamón... ¡al pilón!