PRÓLOGO
La mayoría de las conversaciones ya están hechas, están como en el aire.Tú en un restaurante escuchas a los de la mesa de al lado y es casi seguro que podrías seguir la conversación.
Ya sabes si son un jefe y un empleado, una pareja que está enfadada, dos amantes o unos amigos poniendo a parir a otro que no está.Y esto sucede, repito, porque la mayoría de las conversaciones ya están hechas. Pero de vez en cuando alguien dice algo «No dicho». Estos hallazgos nos provocan una especie de cosquillas internas que nos hacen sentir bien. Si el que lo dice es un famoso o un intelectual, se convierte en una frase célebre.
Y aquí viene lo bueno: un día en casa de Nuria Roca descubrí que los niños, aunque no son famosos, tienen una época en la que no paran de decirlas. Me atrevería a asegurar que más que decirlas las vomitan. Aquel niño, Juan, no paraba, ni su ingeniosa cabeza tampoco. En un momento dado se cerró la puerta de la casa con Juan fuera y dijo: «Mamá, me he quedado encerrado en la calle».
Me encantó. Se lo dije a Nuria y me contó que el día anterior, volviendo a
casa en el coche, su hijo le tocó suavemente la pierna y le dijo: «Mamá, nos ha ganado la noche». En aquel momento tuve claro que había nacido una nueva sección para un programa de televisión que estaba preparando y que es El hormiguero.
Desde aquí quiero mandar mi más profundo agradecimiento a todos y cada uno de los padres que cada semana nos han ayudado a inventar este libro de «Filosofía intantil».Todos los beneficios han sido donados a la Federación Española de lucha contra la Fibrosis Quística.
Una enfermedad minoritaria, pero terrible, que hace que los niños no puedan respirar porque se les obstruyen los pulmones y que necesita toda la ayuda posible para la investigación, y conseguir así una esperanza de vida más larga y que ésta sea más feliz. Que lo disfrutéis.PABLO MOTOS.
Eva, 6 años
El padre de Eva le preguntó: «¿Tienes ganas de que empiece el colegio?». La niña le respondió:
«No». «¿Y por qué?», insistió su padre.Y Eva le dijo: «Porque nos ponen deberes y luego ni nos pagan ni nada».
Adriana, 3 años
Adriana, al meterse por primera vez en una piscina en la que hacía pie, exclamó: «¡Hala, esta piscina sí que tiene suelo!».
Alejandro, 5 años
Alejandro todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre lo pilló y le preguntó:
«¿Qué haces? ¿Me estás robando?».
Alejandro le respondió: «No lo estoy robando, me lo estoy encontrando».
Gonzalo, 2 años y 6 meses
Un día le preguntaron a Gonzalo:
«¿Qué quieres ser de mayor? ». El niño, muy enfadado, respondió:
«Lo que no quiero ser es gente».
Charlie, 5 años
Charlie estaba discutiendo con su madre, y ella le dijo:
«Te tienes que controlar, no puedes decir todo lo que se te pase por la cabeza». Él le contestó:
«No puedo, el celebro me empuja».
Charlie siempre dice que a su hijo lo va a llamar Batman o Pepe. Otro día, hablando de las cosas que daba cada animal, Charlie dijo:
«Las ovejas dan lana, las vacas dan leche y los cerdos dan la mierda que son los chorizos».
Manu, 7 años
El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo:
«Cómetelo, que está muy rico». El niño tomó dos cucharadas y le contestó:
«Papi, tú y yo tenemos gustos distintos».
Pablo, 4 años
Pablo llegó de clase un día y,muy contento, le dijo a su madre:
«¡Mamá, ya sé cómo se llaman los cataplines; me lo han dicho en el colegio! ¡Se llaman tentáculos!
Miquel, 3 años
Cuando Miquel entró por primera vez en una iglesia, al ver la imagen de Cristo crucificado, dijo:
«¡Mirad! ¡Es Tarzán!».
Mateo, 3 años
La madre de Mateo es bailaora de flamenco. Una noche Mateo abrió un cuento y empezó a hacer como que leía, porque todavía no sabía, y dijo: «Érase una vez el mundo del ensayo...».
Martín, 3 años y 9 meses
La madre de Martín le dijo un día que le gustaba mucho su cara y él contestó:
«Te la regalo, pero te la guardo yo».
Luis María, 4 años
Un día Luis le dijo a su madre:
«Mami, ¿cierras el armario, por favor, para que no se escape la ropa?».
Luis María estaba de vacaciones con sus padres en un hotel muy lujoso cuando dijo:
«Estoy tan feliz... y por eso me como las uñas, porque estoy tan feliz de vivir en este castillo que hemos pagado...».
Otra frase de Luis María:
«Mami, lo siento, pero de mayor voy a ser ladrón».
Inés, 3 años
A Inés le insistían mucho en casa para que pronunciara bien algunos sonidos y ella, ya cansada, dijo un día:
«Es que yo hablo en inglés».
Daniel, 15 meses
La madre de Daniel dejó un momento en la bañera al niño y a su hermana de 5 años jugando. De repente la madre oyó a la niña gritar:
«¡Mamá, mamá, ven...! ¡Qué asco!».
La madre fue corriendo asustada y se encontró entre los juguetes que flotaban en el agua un «zurullo» enorme. Entonces, la madre, en voz alta y enfadada, dijo:
«¡Daniel... ¿y esto?!». El niño cogió la mierda, la aplastó contra su cuerpo y respondió:
«¡¡Mío!!».
Mª Nieves y Alberto, 8 y 5 años
Pensando que nadie les oía, Alberto preguntó:
«¿Dónde está papá?». Su hermana Mª Nieves le contestó:
«Pues no lo sé». Después de unos segundos dijo Alberto:
«Se habrá muerto».Y contestó su hermana:
«No, no... No se ha muerto; si no, estaría todo lleno de sangre».
Daniel, 3 años
Daniel es un niño muy travieso y no para. Un día comenzó a subir la escalera y su madre, ya cansada de pedirle que se estuviera quieto,
le dio un azote en el culo. El niño se volvió muy serio y le dijo:
«Si no se debe pegar a los niños, menos a los hijos».
Lola, 3 años
Lola estaba con su madre y con su tía en una tienda. La niña llevaba chupete y una mujer le dijo:
«Tan grande y con chupete».Y le contestó Lola:
«¿Me meto yo con lo que los mayores se meten en la boca?».
Juana, 5 años
Un día Juana intentaba ponerse las zapatillas sola, y le preguntó a su madre:
«¿Ésta en qué pie va?». Su madre le contestó:
«En éste».Y la niña dijo:
«Vale. ¡El otro no me lo digas!».
Ana, 6 años
Un día Ana le dijo a su madre:
«Mamá, mamá, me han enseñado en el colegio que Dios hizo el mundo en siete días: el primer día hizo la luz, el segundo el cielo...». Así fue relatando hasta el final. Cuando terminó, puso cara de asombro y dijo:
«Anda, ¿y qué día hizo los semáforos?».
David, 2 años y 1 mes
Cuando iba a nacer su hermana, le dijeron a David que iba a tener una hermanita con la que podría jugar...
Cuando nació, David fue a la clínica y, al verla en el cuco, preguntó:
«¿Y con eso tengo que jugar?».
Mario, 4 años
Mario estaba hablando un día con su madre sobre lo que quería ser de mayor. Su madre le preguntó:
«¿Cómo te gustaría trabajar: de pie, como tu tío Javi, o sentado, como Jordi?». Mario, viendo a su abuelo en el sofá, dijo:
«Tumbado, como el yayo».
Marta, 5 años
Viendo que su hermana de 9 años y su amiga no querían hacer lo mismo que los demás (que era ver la salida de la vuelta al mundo de catamaranes), dijo:
«Dejadlas, que están en la edad del pollo».
Martina, 4 años
Un día, hablando de su profesora Carmeta, dijo Martina:
«Carmeta es tan buena, tan buena... Es como... Se parece...a una patata frita».
Oihane, 10 años
Un día estaba hablando de la muerte con su primo y dijo:
«No te preocupes. La muerte es el precio que se paga por vivir, así que... ¿qué prefieres?
Josu, 6 años
A Josu le gustan mucho los piratas y todo lo que los rodea.
Un día su madre le pidió que se lavara los dientes, y él le contestó:
«No, que me los estoy dejando de oro».
Jaume, 5 años
Jaume estaba harto de que lo confundieran con su hermano gemelo, así que un día le dijo a su madre:
«Mamá, ¿por qué yo conozco a la gente pero a mí no me conoce nadie?».
Lucía, 4 años
Lucía estaba jugando sin descanso con sus tíos. Uno de ellos, ya exhausto en el sofá, le preguntó (conversación en andalú):
«Lú, ¿no quiereh un Valium?». Ella se giró y le respondió:
«Mejó un sumito» (Mejor un zumito).
Valentín, 7 años
Estaba el niño una mañana en el sofá viendo la tele y tocándose sus partes. Su madre lo vio y le dijo:
«¡¡¡Valen!!! ¿Qué haces?».Y él respondió:
«¡Disfrutando!».
Carlos, 6 años
Carlos estaba en una cafetería con sus padres. Se acercó un señor ya mayor que conocían y le dijo a Carlos: «Qué majete es este Carlos. Cuando te cases, me tienes que invitar a tu boda». Carlos se le quedó mirando fijamente y le dijo:
«Eso no va a poder ser». El hombre le preguntó:
«¿Por qué?».Y Carlos respondió:
«Porque tú ya vas a estar muerto».
Celia, 3 años
Celia quería jugar con su primo a cuentos de princesas, pero él no quería ser príncipe, ni caballero, ni nada, así que ella muy enfadada le dijo:
«Vale, sé tu mismo y abúrrete».
Clara, 3 años
Clara estaba con su madre en la entrada del cine. Era Navidad, estaba a tope de gente y su madre la llevaba de la mano. De repente la niña le dijo:
«Mami, por favor, cógeme en brazos que aquí sólo veo piernas».
Daniela, 3 años y 6 meses
Daniela le preguntó a su tía:
«¿Dios está en las nubes? ». Su tía le contestó:
«Sí, claro. Dios está en las nubes». Acto seguido le preguntó la niña:
«¿Y cuándo va a bajar a conocerme?».
Iván, 5 años
Iván le preguntó a su abuela, que es muy creyente:
«Abuela, ¿tú has visto a Dios?». La abuela respondió que sí, e Iván le preguntó:
«¿Cómo? ¿En estatua o andando? ».
Iván le preguntó un día a su madre:
«Mamá, ¿por qué todos los del Barça tienen los dientes grandes?».
Leo, 5 años
Leo, un día que estaba muy enfadado porque su madre no le hacía caso, le dijo:
«¡Yo nací de tu barriga, sé todo lo que piensas!».
Miguel, 3 años
En una ocasión, después de comprobar que en casa se hablaba a menudo de la Diputación por motivos profesionales, Miguel comentó en voz baja, susurrando, como si estuviera confesando un secreto:
«Papá, ten mucho cuidado, porque la palabra Diputación tiene la palabra... puta...».
Luis María, 4 años
La madre de Luis le pidió: «¡No te vayas!».Y él exclamó:
«¡No, si no me vayo!».
Y ésta es la definición de Luis de diarrea:
«¡Mamiiiiiiiiiii, ven, que he hecho una caca de pedo!».
Eloi, 5 años
A Eloi lo estaba cuidando una amiga de sus padres. Cuando iban hacia casa, ella le preguntó:
«Eloi, ¿tienes frío?».Y él le contestó:
«No tengo ni frío ni calor, estoy del tiempo».
Y esta frase es de Eloi cuando tenía 6 años:
Era época de carnaval y bajó con su padre por las escaleras de su casa cuando se cruzaron con una vecina que bajaba la basura. La señora llevaba gafas, iba muy pintada y llevaba una bata de flores. Eloi, que iba disfrazado, se la quedó mirando y le preguntó:
«¿Y tú de qué vas disfrazada?».
José, 8 años
Estando de viaje, José le preguntó a su padre:
«Papá, ¿yo dónde me voy a morir?». Su padre le contestó:
«Eso no lo sabemos, pero ¿por qué lo preguntas? ».Y el niño respondió: «Para no ir nunca».
La mayoría de las conversaciones ya están hechas, están como en el aire.Tú en un restaurante escuchas a los de la mesa de al lado y es casi seguro que podrías seguir la conversación.
Ya sabes si son un jefe y un empleado, una pareja que está enfadada, dos amantes o unos amigos poniendo a parir a otro que no está.Y esto sucede, repito, porque la mayoría de las conversaciones ya están hechas. Pero de vez en cuando alguien dice algo «No dicho». Estos hallazgos nos provocan una especie de cosquillas internas que nos hacen sentir bien. Si el que lo dice es un famoso o un intelectual, se convierte en una frase célebre.
Y aquí viene lo bueno: un día en casa de Nuria Roca descubrí que los niños, aunque no son famosos, tienen una época en la que no paran de decirlas. Me atrevería a asegurar que más que decirlas las vomitan. Aquel niño, Juan, no paraba, ni su ingeniosa cabeza tampoco. En un momento dado se cerró la puerta de la casa con Juan fuera y dijo: «Mamá, me he quedado encerrado en la calle».
Me encantó. Se lo dije a Nuria y me contó que el día anterior, volviendo a
casa en el coche, su hijo le tocó suavemente la pierna y le dijo: «Mamá, nos ha ganado la noche». En aquel momento tuve claro que había nacido una nueva sección para un programa de televisión que estaba preparando y que es El hormiguero.
Desde aquí quiero mandar mi más profundo agradecimiento a todos y cada uno de los padres que cada semana nos han ayudado a inventar este libro de «Filosofía intantil».Todos los beneficios han sido donados a la Federación Española de lucha contra la Fibrosis Quística.
Una enfermedad minoritaria, pero terrible, que hace que los niños no puedan respirar porque se les obstruyen los pulmones y que necesita toda la ayuda posible para la investigación, y conseguir así una esperanza de vida más larga y que ésta sea más feliz. Que lo disfrutéis.PABLO MOTOS.
El padre de Eva le preguntó: «¿Tienes ganas de que empiece el colegio?». La niña le respondió:
«No». «¿Y por qué?», insistió su padre.Y Eva le dijo: «Porque nos ponen deberes y luego ni nos pagan ni nada».
Adriana, 3 años
Adriana, al meterse por primera vez en una piscina en la que hacía pie, exclamó: «¡Hala, esta piscina sí que tiene suelo!».
Alejandro, 5 años
Alejandro todos los días le quitaba dinero a su padre de la cartera. Un día su padre lo pilló y le preguntó:
«¿Qué haces? ¿Me estás robando?».
Alejandro le respondió: «No lo estoy robando, me lo estoy encontrando».
Gonzalo, 2 años y 6 meses
Un día le preguntaron a Gonzalo:
«¿Qué quieres ser de mayor? ». El niño, muy enfadado, respondió:
«Lo que no quiero ser es gente».
Charlie, 5 años
Charlie estaba discutiendo con su madre, y ella le dijo:
«Te tienes que controlar, no puedes decir todo lo que se te pase por la cabeza». Él le contestó:
«No puedo, el celebro me empuja».
Charlie siempre dice que a su hijo lo va a llamar Batman o Pepe. Otro día, hablando de las cosas que daba cada animal, Charlie dijo:
«Las ovejas dan lana, las vacas dan leche y los cerdos dan la mierda que son los chorizos».
Manu, 7 años
El padre de Manu le hizo una sopa para cenar y le dijo:
«Cómetelo, que está muy rico». El niño tomó dos cucharadas y le contestó:
«Papi, tú y yo tenemos gustos distintos».
Pablo, 4 años
Pablo llegó de clase un día y,muy contento, le dijo a su madre:
«¡Mamá, ya sé cómo se llaman los cataplines; me lo han dicho en el colegio! ¡Se llaman tentáculos!
Miquel, 3 años
Cuando Miquel entró por primera vez en una iglesia, al ver la imagen de Cristo crucificado, dijo:
«¡Mirad! ¡Es Tarzán!».
Mateo, 3 años
La madre de Mateo es bailaora de flamenco. Una noche Mateo abrió un cuento y empezó a hacer como que leía, porque todavía no sabía, y dijo: «Érase una vez el mundo del ensayo...».
Martín, 3 años y 9 meses
La madre de Martín le dijo un día que le gustaba mucho su cara y él contestó:
«Te la regalo, pero te la guardo yo».
Luis María, 4 años
Un día Luis le dijo a su madre:
«Mami, ¿cierras el armario, por favor, para que no se escape la ropa?».
Luis María estaba de vacaciones con sus padres en un hotel muy lujoso cuando dijo:
«Estoy tan feliz... y por eso me como las uñas, porque estoy tan feliz de vivir en este castillo que hemos pagado...».
Otra frase de Luis María:
«Mami, lo siento, pero de mayor voy a ser ladrón».
Inés, 3 años
A Inés le insistían mucho en casa para que pronunciara bien algunos sonidos y ella, ya cansada, dijo un día:
«Es que yo hablo en inglés».
Daniel, 15 meses
La madre de Daniel dejó un momento en la bañera al niño y a su hermana de 5 años jugando. De repente la madre oyó a la niña gritar:
«¡Mamá, mamá, ven...! ¡Qué asco!».
La madre fue corriendo asustada y se encontró entre los juguetes que flotaban en el agua un «zurullo» enorme. Entonces, la madre, en voz alta y enfadada, dijo:
«¡Daniel... ¿y esto?!». El niño cogió la mierda, la aplastó contra su cuerpo y respondió:
«¡¡Mío!!».
Mª Nieves y Alberto, 8 y 5 años
Pensando que nadie les oía, Alberto preguntó:
«¿Dónde está papá?». Su hermana Mª Nieves le contestó:
«Pues no lo sé». Después de unos segundos dijo Alberto:
«Se habrá muerto».Y contestó su hermana:
«No, no... No se ha muerto; si no, estaría todo lleno de sangre».
Daniel, 3 años
Daniel es un niño muy travieso y no para. Un día comenzó a subir la escalera y su madre, ya cansada de pedirle que se estuviera quieto,
le dio un azote en el culo. El niño se volvió muy serio y le dijo:
«Si no se debe pegar a los niños, menos a los hijos».
Lola, 3 años
Lola estaba con su madre y con su tía en una tienda. La niña llevaba chupete y una mujer le dijo:
«Tan grande y con chupete».Y le contestó Lola:
«¿Me meto yo con lo que los mayores se meten en la boca?».
Juana, 5 años
Un día Juana intentaba ponerse las zapatillas sola, y le preguntó a su madre:
«¿Ésta en qué pie va?». Su madre le contestó:
«En éste».Y la niña dijo:
«Vale. ¡El otro no me lo digas!».
Ana, 6 años
Un día Ana le dijo a su madre:
«Mamá, mamá, me han enseñado en el colegio que Dios hizo el mundo en siete días: el primer día hizo la luz, el segundo el cielo...». Así fue relatando hasta el final. Cuando terminó, puso cara de asombro y dijo:
«Anda, ¿y qué día hizo los semáforos?».
David, 2 años y 1 mes
Cuando iba a nacer su hermana, le dijeron a David que iba a tener una hermanita con la que podría jugar...
Cuando nació, David fue a la clínica y, al verla en el cuco, preguntó:
«¿Y con eso tengo que jugar?».
Mario, 4 años
Mario estaba hablando un día con su madre sobre lo que quería ser de mayor. Su madre le preguntó:
«¿Cómo te gustaría trabajar: de pie, como tu tío Javi, o sentado, como Jordi?». Mario, viendo a su abuelo en el sofá, dijo:
«Tumbado, como el yayo».
Marta, 5 años
Viendo que su hermana de 9 años y su amiga no querían hacer lo mismo que los demás (que era ver la salida de la vuelta al mundo de catamaranes), dijo:
«Dejadlas, que están en la edad del pollo».
Martina, 4 años
Un día, hablando de su profesora Carmeta, dijo Martina:
«Carmeta es tan buena, tan buena... Es como... Se parece...a una patata frita».
Oihane, 10 años
Un día estaba hablando de la muerte con su primo y dijo:
«No te preocupes. La muerte es el precio que se paga por vivir, así que... ¿qué prefieres?
Josu, 6 años
A Josu le gustan mucho los piratas y todo lo que los rodea.
Un día su madre le pidió que se lavara los dientes, y él le contestó:
«No, que me los estoy dejando de oro».
Jaume, 5 años
Jaume estaba harto de que lo confundieran con su hermano gemelo, así que un día le dijo a su madre:
«Mamá, ¿por qué yo conozco a la gente pero a mí no me conoce nadie?».
Lucía, 4 años
Lucía estaba jugando sin descanso con sus tíos. Uno de ellos, ya exhausto en el sofá, le preguntó (conversación en andalú):
«Lú, ¿no quiereh un Valium?». Ella se giró y le respondió:
«Mejó un sumito» (Mejor un zumito).
Valentín, 7 años
Estaba el niño una mañana en el sofá viendo la tele y tocándose sus partes. Su madre lo vio y le dijo:
«¡¡¡Valen!!! ¿Qué haces?».Y él respondió:
«¡Disfrutando!».
Carlos, 6 años
Carlos estaba en una cafetería con sus padres. Se acercó un señor ya mayor que conocían y le dijo a Carlos: «Qué majete es este Carlos. Cuando te cases, me tienes que invitar a tu boda». Carlos se le quedó mirando fijamente y le dijo:
«Eso no va a poder ser». El hombre le preguntó:
«¿Por qué?».Y Carlos respondió:
«Porque tú ya vas a estar muerto».
Celia, 3 años
Celia quería jugar con su primo a cuentos de princesas, pero él no quería ser príncipe, ni caballero, ni nada, así que ella muy enfadada le dijo:
«Vale, sé tu mismo y abúrrete».
Clara, 3 años
Clara estaba con su madre en la entrada del cine. Era Navidad, estaba a tope de gente y su madre la llevaba de la mano. De repente la niña le dijo:
«Mami, por favor, cógeme en brazos que aquí sólo veo piernas».
Daniela, 3 años y 6 meses
Daniela le preguntó a su tía:
«¿Dios está en las nubes? ». Su tía le contestó:
«Sí, claro. Dios está en las nubes». Acto seguido le preguntó la niña:
«¿Y cuándo va a bajar a conocerme?».
Iván, 5 años
Iván le preguntó a su abuela, que es muy creyente:
«Abuela, ¿tú has visto a Dios?». La abuela respondió que sí, e Iván le preguntó:
«¿Cómo? ¿En estatua o andando? ».
Iván le preguntó un día a su madre:
«Mamá, ¿por qué todos los del Barça tienen los dientes grandes?».
Leo, 5 años
Leo, un día que estaba muy enfadado porque su madre no le hacía caso, le dijo:
«¡Yo nací de tu barriga, sé todo lo que piensas!».
Miguel, 3 años
En una ocasión, después de comprobar que en casa se hablaba a menudo de la Diputación por motivos profesionales, Miguel comentó en voz baja, susurrando, como si estuviera confesando un secreto:
«Papá, ten mucho cuidado, porque la palabra Diputación tiene la palabra... puta...».
Luis María, 4 años
La madre de Luis le pidió: «¡No te vayas!».Y él exclamó:
«¡No, si no me vayo!».
Y ésta es la definición de Luis de diarrea:
«¡Mamiiiiiiiiiii, ven, que he hecho una caca de pedo!».
Eloi, 5 años
A Eloi lo estaba cuidando una amiga de sus padres. Cuando iban hacia casa, ella le preguntó:
«Eloi, ¿tienes frío?».Y él le contestó:
«No tengo ni frío ni calor, estoy del tiempo».
Y esta frase es de Eloi cuando tenía 6 años:
Era época de carnaval y bajó con su padre por las escaleras de su casa cuando se cruzaron con una vecina que bajaba la basura. La señora llevaba gafas, iba muy pintada y llevaba una bata de flores. Eloi, que iba disfrazado, se la quedó mirando y le preguntó:
«¿Y tú de qué vas disfrazada?».
José, 8 años
Estando de viaje, José le preguntó a su padre:
«Papá, ¿yo dónde me voy a morir?». Su padre le contestó:
«Eso no lo sabemos, pero ¿por qué lo preguntas? ».Y el niño respondió: «Para no ir nunca».