Muchos refranes se citan de manera incompleta.
Ya sea por economía lingüística, por abreviar o por desconocimiento, muchos de los actuales refranes han perdido su segundo hemistiquio (su segunda mitad).
Hay multitud de ejemplos, de los que se citarán unos cuantos:
Por dinero baila el perro (no por el son que toca el ciego).
En todas partes cuecen habas (y en mi casa a calderadas).
Cada loco con su tema (y cada llaga con su postema).
El buen paño en el arca se vende (mas el malo verse quiere).
Una de cal y otra de arena (y la obra saldrá buena).
Quien tiene boca se equivoca (pero quien tiene seso no dice eso).
Ya sea por economía lingüística, por abreviar o por desconocimiento, muchos de los actuales refranes han perdido su segundo hemistiquio (su segunda mitad).
Hay multitud de ejemplos, de los que se citarán unos cuantos:
Por dinero baila el perro (no por el son que toca el ciego).
En todas partes cuecen habas (y en mi casa a calderadas).
Cada loco con su tema (y cada llaga con su postema).
El buen paño en el arca se vende (mas el malo verse quiere).
Una de cal y otra de arena (y la obra saldrá buena).
Quien tiene boca se equivoca (pero quien tiene seso no dice eso).