- Si buscas una mano dispuesta a ayudarte, la encontraras al final de tu brazo.
- Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.
- El requisito del éxito es la prontitud en las decisiones.
- Si comienza uno con certezas, terminará con dudas; más si acepta empezar con dudas, llegará a terminar con certezas.
Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde.
- El error es un arma que acaba siempre por dispararse contra el que la emplea
- Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa.
- Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos.
- A las personas se las conoce por sus palabras.
- Los años enseñan muchas cosas que los días jamás llegan a conocer.
- La contemplación es un lujo, mientras que la acción es una necesidad.
- El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
- El valor es hijo de la prudencia, no de la temeridad.
- Es un error esencial considerar la violencia como una fuerza.
- El futuro tiene muchos nombres, para los débiles es lo inalcanzable, para los temerosos, lo desconocido, para los valientes es la oportunidad.
- El éxito no se logra sólo con cualidades especiales, es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización
- Un amigo es aquel que adivina siempre cuándo se le necesita.
- En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias.
- La peor decisión es la indecisión.
- Para todo problema humano hay siempre una solución fácil, clara, plausible y equivocada.
- El enemigo sólo empieza a ser temible cuando empieza a tener razón.
- Actúa siempre como si fuera imposible fracasar.